La Osteopatía está basada en una serie de principios: 
 

• El concepto de unidad corporal: el sistema fascial, se encarga de comunicar cada parte del cuerpo de manera ininterrumpida, envolviendo y comunicando entre si todas las estructuras del organismo. Por lo tanto consideramos al cuerpo como un todo, no podemos separarlo en partes como un puzzle,  cada una de sus partes influyen de manera directa sobre las otras, en ocasiones situadas muy lejos unas de otras. 

• La mecánica corporal al servicio del equilibrio:  todos los tejidos del cuerpo deben tener movilidad, ya sea una articulación, el tejido de una víscera, los huesos del cráneo… y cuando un tejido pierde la movilidad aparecen los síntomas en otra parte del cuerpo que está intentando suplir la falta de movimiento que se ha producido, afectándose la globalidad del sistema y perdiendo su equilibrio.

• Los líquidos y la información nerviosa deben circular libremente: una alteración en la movilidad de un órgano, vértebra, etc. generará tensiones que obstruirán las circulaciones ocasionando dolor, contractura, y dando lugar a la aparición de síntomas. A su vez, la compresión de un nervio o una arteria puede repercutir lejos de la zona afectada generando síntomas reflejos o a distancia.

El trabajo del osteópata se basa en hacer una anamnesis, una entrevista completa del individuo (o lo que es lo mismo, hacer un riguroso examen previo de todos sus antecedentes clínicos, traumáticos y quirúrgicos además de tener en cuenta el aspecto psicosocial en el que la persona se desenvuelve). Posteriormente el osteópata realiza una exploración física con el fin de encontrar zonas de restricción o falta de movilidad en el cuerpo del paciente. Una vez hecha la exploración, el osteópata realizará una hipótesis y una valoración que ponga en relación la sintomatología del paciente con los hallazgos encontrados en la entrevista y la exploración, con el fin de trabajar aquellas zonas menos móviles y restablecer el movimiento de las mismas y que ello mejore la sintomatología del paciente.

La osteopatía trabaja principalmente en tres áreas de abordaje: estructural (lo que se refiere a músculos, huesos y articulaciones), visceral (todo el sistema de órganos internos del cuerpo) y cráneo sacro ( para buscar el movimiento involuntario inherente entre los huesos del cráneo y del sacro). La elección de las técnicas dependerán entonces del paciente a tratar y de su patología. Se utilizan desde técnicas manuales de partes blandas, estiramientos y manipulaciones pasivas a técnicas de alta velocidad y corto recorrido, conocidas con el nombre de ajustes articulares o manipulaciones.